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DON VALENTÍN TRUJILLO MENA

                                                                                                 


El Día de San Valentín, fecha que nos remite a la unión social expresada en la amistad y el amor. Donde la renovación de los sentimientos de una a otra persona, sean de amigos y amigas que validan sus momentos de alegrías y tristezas con lazos de confianza y amor, reflejan la esperanza de una sociedad mejor. Así también, es el día propicio para los enamorados, novios y casados; es decir, el momento tierno de un te quiero, un te amo y claro, un para siempre.

Esta tradición es el contexto para recordar a las personas que nacieron y, por tanto, fueron bautizados con el nombre de Valentín; nombre elegido por el símbolo sentimental que tiene en sus sílabas y, en nuestro caso, por el mensaje religioso que tiene en él. Así, un 14 de febrero de principios del siglo XX, nació Valentín Trujillo Mena en uno de los pueblos de Checras. Como norteño de corazón, ingresó a la carrera eclesiástica debido a su vocación de servicio a la humanidad.

Al padre Valentín Trujillo lo conocemos directa o indirectamente por su relación con el Archivo Arzobispal de Lima y su importante papel en el cuidado y estudio de la historia de la Iglesia peruana. Por eso, el padre Valentín se caracterizó por su humildad y la buena disposición para ayudar a los demás; virtudes importantes que inspiraron la confianza necesaria para que el Cardenal Juan Landázuri Ricketts, arzobispo de Lima por aquel entonces, le brindara su amistad y confianza. Ejemplo de aquel afecto del Ilustrísimo hacia al padre Valentín fue el permiso para vivir en el Palacio Arzobispal, específicamente en el tercer piso, donde literalmente: su hogar, trabajo y vida discurrían en la atmósfera de la religiosidad citadina.

Sabemos que fue vice-párroco de la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Lima. Además, entró a su cargo la dirección del Archivo Arzobispal de Lima después del sentido fallecimiento del padre Rubén Vargas Ugarte, y terminó su gestión el día de su deceso en 1984. Durante este período, don Valentín brindó el calor y la humildad a los historiadores destacados como Guillermo Lohmann Villena y a jóvenes investigadores que por aquellos años visitaban el archivo para sus inquietudes históricas (entre los más notables Pablo Macera y Manuel Burga).

Formado como abogado en Derecho Canónico y con el tiempo para involucrarse en la documentación eclesiástica, preparó y publicó su obra más importante: “La legislación eclesiástica en el virreinato del Perú durante el siglo XVI”, un libro muy citado y necesario para todo interesado en la Iglesia colonial.

Son necesarios muchos episodios para conocer la obra y vida del padre Valentín. Sin embargo, en esta ocasión, desde este humilde sitio y, aunque no lo conocí por las premuras del tiempo, aprovecho la ocasión para brindarle un fuerte saludo por su onomástico: ¡Feliz cumpleaños estimado Don Valentín Trujillo Mena!, su recuerdo perdurará en la historia.


Comentarios

  1. SOY UN FAMILIAR ERA PRIMO CON MI MADRE Y ELLA SIEMPRE ME HABLO DE EL Y QUISIERA UNA FOTO DE EL, NO LOGRO ENCONTRAR.

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  2. Disculpa por la demora, si desea más información, escríbame a mi correo: caciquetupayachi@gmail.com

    Muchas gracias, un abrazo.

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